Extracto del medio de comunicación
Jorge Bustos: “Lo que está haciendo Puigdemont es una españolada”
Llevo un par de días enfangándome de artículos, recortes y exabruptos varios en Twitter; donde mi próximo entrevistado se desfoga mejor al estilo clásico, con los 140 caracteres que le dieron hechuras de polemista relamido de pluma ligera.
Me he masticado su última publicación, “Crónicas biliares”. Una suerte de apéndice literario de la RAE impregnado de excreciones de vesícula. Un placer de lectura para los que tienen cuatrocientas cosas por delante que leer.
La primera llamada -este encuentro periodístico se tiene que dar necesariamente por teléfono- es en la frente. La entrevista será de 15 minutos. De golpe, la mitad del cuestionario se queda en fuera de juego posicional.
La agenda del jefe de Opinión de El Mundo le tiene apretada la existencia, aunque está contento porque ha llegado de pie en un mundo donde la “verdad” repta para conseguir una exclusiva y donde los columnistas y aventureros varios se suceden sin descanso ante cada arreón de la actualidad.
Las imágenes de esta entrevista son de Álvaro García, quien muy amablemente nos las ha cedido para poner rostro a nuestra voz telefónica transcrita de esta guisa.
¿Qué tiene de excitante, de apasionante, el relato de la unión de España para los que llevan años apelando por la política secesionista a través del sentimiento?
Bueno, menuda pregunta. Claro. Estás planteando si el constitucionalismo tiene una oferta de relato seductor para ver si en las próximas elecciones se puede hacer una campaña en positivo sobre las ventajas de quedarse en España, a gente que no es que no quiera España es que no se ha sentido española porque lleva cuarenta o cincuenta años como víctima de un proceso de inmersión cultural-identitaria que les impide conocer a lo que ellos creen que es su adversario y no es más que su casa madre.
Claro. El problema de eso es que no tiene una respuesta porque el procés es un proceso sentimental, emocional. No es un proceso racional. Entonces, es muy difícil. Tú imagínate que eres adoptado y te presentan a tu madre biológica, no a aquella con la que llevas conviviendo toda tu vida, a los treinta años. Y te dicen: “pues esta es tu madre de verdad”. En ese momento tienes que convencerte. En ese momento no vas a generar afecto hacia la madre biológica porque te la acaban de presentar. Pues esto es algo parecido. Es decir, se necesita hacer un discurso que durará probablemente una o dos generaciones. Es verdad que es el momento de empezar a hacerlo ya porque el separatismo ha chocado contra la pared de la constitución pero se necesita hacer una tarea pedagógica que va a durar años, décadas, de volver a reconciliar a aquellos catalanes que han sido adoctrinados o se han dejado adoctrinar en el odio a España. Tienen que descubrir que son tan españoles como los demás y no solo eso sino que el serlo es un orgullo y no una condena. Es una tarea larga que va a costar mucho y que en los medios estamos haciendo lo que podemos. También te digo una cosa: nadie que no se quiera dejar convencer se va a convencer, no hay peor ciego que el que no quiere ver. O sea que bueno. No hay una varita mágica. Esto es una tarea pedagógica de décadas.