Extracto del medio de comunicación

[trx_title][/trx_title]

Ana Iris Simón, literatura y nostalgia

En la línea de las novelas y relatos de Rita Indiana (Papi), Sabina Urraca (Las niñas prodigio) o Andrea Abreu (Panza de burro), Ana Iris Simón (Campo de Criptana, 1995) debuta en la ¿ficción? con Feria, en el que trenza relatos de su infancia articulados en capítulos dedicados a “El afuera: mundo”, “El adentro: la muerte”, “Lo femenino”, “El amor” o “La madre”, hasta cuajar una novela sobre los primeros recuerdos de una niña de pueblo, hija y nieta de los Simones.

La autora, que ha trabajado como dependienta de una tienda de moda y como guía, combina en el libro la mirada escéptica de la periodista que hoy es con la ingenuidad de la chiquilla que fue, nieta de unos feriantes que veían con horror la competencia de parques de atracciones acuáticos, hamburgueserías de exportación y centros comerciales, mientras apuraban noches de fiesta y desencanto por esos pueblos cada vez más vaciados de gente y de esperanza.

Así, mientras recuerda el miedo a quedar en ridículo por no saber leer a los cinco años, Simón confiesa que envidia a sus padres por haberse casado, tener hijos y matarse a hipotecas, teniendo muchos más problemas que ella, que sabe que se engaña si se siente mal. El resultado solo puede ser mucho dolor y literatura y nostalgia.