Extracto del medio de comunicación

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Una mujer mirando a cámara. Desnuda, dentro de una bañera. Pero no es una bañera cualquiera. Pertenecía a Hitler y la mujer de la imagen es la fotoperiodista de guerra Lee Miller.

Una modelo que reconvirtió su carrera poniéndose tras la cámara para contar en primera línea la Segunda Guerra Mundial. Su fotografía bañándose se convirtió en un símbolo de la victoria de Estados Unidos contra los nazis. Miller la tomó mientras el dictador se suicidaba en un búnquer de Berlín.

27 mujeres que «chocaron contra un muro social»

Su historia es casi desconocida, pero no es la única. Lo mismo le sucedió a Hedy Lamarr. Ella fue la inventora del wifi. Sus vidas están entrelazadas a las de otras muchas pioneras, incluso a la mismísima Amy Winehouse.

«Todas tienen un componente parecido, y es que chocaban contra un muro social que les decía que no podían continuar por ahí«, cuenta Loreto Sánchez Seoane, autora de Te quiero viva, burra‘ (Círculo de Tiza, 2019). La escritora reúne 27 historias de mujeres extraordinarias, injustamente tratadas por la historia, en unos relatos cortos que invitan a saber más.

«El mundo no les dejaba ser tan libres como sus compañeros masculinos»

Porque la obsesión de Richard Nixon con ‘Garganta Profunda’ tampoco se podría entender sin conocer a Linda Lovelace. Obligada a trabajar en el cine para adultos, asumió después como propia la lucha de un país contra la pornografía, en una época en la que eso del feminismo era un concepto extraño. «Se encontraban con que el mundo no les dejaba ser tan libres como sus compañeros masculinos», dice Sánchez Seoane.

Fueron políticas, escritoras, pintoras o cantantes… pero, sobre todo, revolucionarias