polinesia

Extracto del medio de comunicación

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Polinesia, paraíso encontrado

Círculo de Tiza continúa alimentando su colección de relatos a dos voces sobre lugares remotos y siempre con un tinte exótico. Polinesia es el título que se añade a la serie y que de nuevo viene ilustrado con cuidadas imágenes de época -estampas, fotografías- que ponen en contexto lo que cuentan los autores y que hacen del libro un objeto grato y atractivo.

Jules Dumont D’Urville, francés, marino, geógrafo, explorador y presidente de la Sociedad Geográfica de París es el autor del primero de los textos que recoge el libro: Viaje pintoresco alrededor del mundo. Hawái y Tahití.

De Robert Louis Stevenson, escocés, célebre novelista, poeta y ensayista, se recoge en el libro una parte de En los mares del sur, que escribió en los últimos años de su vida.

Nada mejor para situar este Polinesia, paraíso encontrado que la nota con la que lo presentan los editores:

“El libro que el lector tiene entre sus manos -dice- reúne fragmentos extensos de dos de los mejores relatos que dio el siglo XIX sobre el «paraíso encontrado» de las islas de la Polinesia. En primer lugar ofrecemos los capítulos dedicados a los archipiélagos más importantes, Hawái y Tahití, por el viajero francés Jules Dumont D’Urville, en los que narra su viaje de 1831 a esas por entonces casi desconocidas tierras insulares del remoto Pacífico suroccidental, apenas sesenta años después de su descubrimiento y conquista a cargo del británico sir James Cook. (…)

A continuación ofrecemos la primera parte, dedicada a las Islas Marquesas, del que se considera uno de los mejores relatos de viajes de la literatura universal, En los mares del Sur, la narración que realiza Robert Louis Stevenson de sus viajes y permanencia en Polinesia durante los últimos años de su vida, entre 1888 y su fallecimiento en Samoa, en 1894. Esta primera parte del libro de Stevenson, que consta de cuatro partes, contiene las reflexiones más profundas y la visión más cargada de sorpresa y frescura de toda la obra. (…)

Desde el espíritu científico y la óptica pragmática que anima a obra de Dumont D’Urville, hasta la visión antropológica y empática de Stevenson, pasando por la tristeza mal disimulada que aflora en los rostros de los indígenas retratados por los fotógrafos del siglo XIX, a lo largo de este libro vemos la transformación de este «paraíso encontrado» en una especie de infierno terrenal, en el que la población aborigen se va viendo diezmada por las enfermedades, la aculturación forzosa, la sujeción a los intereses comerciales de las potencias coloniales. Desde su perspectiva profundamente humanista, Robert Louis Stevenson denuncia a su manera las secuelas del colonialismo, sin dejar de ponderar las ventajas de la civilización, siendo uno de los primeros occidentales en advertir los peligros de aquel: «la experiencia comienza a demostrarnos (…) que un cambio de costumbres resulta más mortífero que bombardeo.»