Debes acceder para publicar una valoración.
Círculo de Tiza cierra este año con un libro Fuera de Carta.
Hay que beber para recordar y comer para olvidar. Manuel Vázquez Montalbán
El polifacético chef Sacha Hormaechea apunta en el prólogo de Fuera de carta que lo más importante de un libro es el lector, de la misma forma que en la mesa es el comensal. No existe ningún plato, bebida o bocado que esté por encima de la persona que te mira a lo ojos desde el otro lado del mantel, o al otro lado del libro.
Cada libro, cada historia, cada plato, cada sabor es diferente para quien lo disfruta. Lo esencial es dar con ese punto que activa la memoria y desborda los sentidos. Nada mejor que aunar esas dos sensaciones: lectura y comida, alimentos para el alma y para el cuerpo.
A modo de sugerencias, como las cantaría el más experimentado jefe de sala, Fuera de carta abre el apetito del lector para que según sus preferencias, combine libremente relatos, recomendaciones y experiencias culinarias para el momento en que decida regalarse un bocado exquisito.Un repaso por la historia de la buena mesa que rescata el impulso de celebrar las alegrías y éxitos de la vida –y también sus decepciones y tristezas- alrededor de una mesa.
Humor, información, placer, juego, las impresiones de algunos de los mejores cocineros del mundo como David Muñoz o Ferran Adrià, o los más singulares bodegueros se entremezclan para crear este originalísimo libro de “anticocina”, que huye de los manidos recetarios o las guías culinarias. Fuera de carta se recrea en un hecho incontestable: la comida es también una forma de creación, un canto a la vida y una demostración de amor. Porque el hedonismo, la generosidad y el disfrute constituyen uno de los mejores caminos a la felicidad, esa efímera sensación que permanece unida a los mejores recuerdos y se transforma en la alquimia de la emoción.
Un libro que acompañará durante mucho tiempo a sus lectores, un objeto valioso para regalar y regalarse.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.