Extracto del medio de comunicación
Entrevista a Alfonso Berardinelli, autor de «Leer es un riesgo»
Alfonso Berardinelli es uno de los intelectuales y críticos literarios más reputados de Italia. Sus ensayos sobre poesía, narrativa, política y crítica social han tenido una enorme repercusión entre el establishment italiano. En «Leer es un riesgo» hace una pequeña selección de sus últimos trabajos, dando una muestra muy acertada de su pensamiento.
Alfonso Berardinelli |
Berardinelli fue profesor de Historia de Literatura Moderna durante veinte años, en 1995 renunció a su cátedra en la universidad y abandonó la enseñanza. Refugiado en su casa sin ordenador y sin nada que le distraiga, se dedica a escribir y dar conferencias. En la entrevista nos desvela gran parte de sus motivaciones para seguir haciéndolo y la poca fe que le queda en las nuevas tecnologías.
La edición española de “Leer es un riesgo” es un libro formado por diversos artículos publicados antes en libros y en periódicos. ¿Qué criterio de selección se han tenido en cuenta para esta publicación?
El libro es una creación del traductor y compilador Salvador Cobo. La organización de los textos es completamente suya, teniendo en cuenta qué es lo que más podría interesar a los lectores españoles. Ha compuesto un libro admirable.
Ya bien entrados en el siglo XXI, ¿Leer supone un riego?
Parece que sí lo es. Cada vez se tiene más miedo a leer. Evidentemente, uno puede intuir algún peligro oscuro. Casi como el terror de que tu mente se implique demasiado con la lectura.
¿Para quién supone un riesgo que haya altos índices de lectura?
El riesgo lo concibo como algo positivo. Si la lectura es una experiencia real, el riesgo —por ejemplo, cambiar tus ideas sobre algo o sobre uno mismo— es la mejor parte de esa experiencia.
¿Por qué cree que cada vez se leen menos libros y menos periódicos? ¿Tiene internet la culpa?
No sé si es su «culpa», pero desde luego sí es la causa. Existen hábitos que apenas contemplan el papel impreso.
¿Se está dando en nuestras escuelas la educación idónea?
Sobre este tema se han escrito unos cuantos millones de libros… La escuela no tiene remedio. Cada vez se hace más necesario ser autodidactas.
¿Por qué no se fomenta la lectura o las lenguas como el latín o el griego? Fundamentales para la formación de los alumnos.
Se trata de lenguas y culturas que requieren un compromiso tan intenso y prolongado en el tiempo que requieren una pasión individual cada vez más rara. Y, además, el pasado cultural tiende a interesar cada vez menos. Nuestro estilo de vida actual nos obliga a olvidarlo.
En España, la cultura se está cada vez rebajando más. ¿a qué cree que es debido?
Esto no sucede únicamente en España… La cultura se está convirtiendo en una palabra vacía. Sería necesario comenzar a entender qué queremos hacer con nuestros cerebros…
¿A qué cree debido que la crítica literaria se esté rebajando cada día más? ¿Hay excesivos intereses editoriales?
El crítico literario no es un personaje atractivo, ni un autor de éxito. Para ser crítico, hoy hace falta más vocación que para ser cristiano o budista. Es algo relativo al carácter: escribir crítica se asemeja un poco a escribir poemas que muy pocos leerán, y que no cambiarán nada o casi nada en el ambiente literario.
¿Ha de ser un verdadero crítico un ser iconoclasta y misógino?
Yo personalmente tiendo a serlo. Pero no querría prescribírselo a nadie.
La poesía es el género literario que menos vende. ¿Es la poesía el género más autárquico? ¿Ha sabido evolucionar?
La poesía es el más libre de entre los géneros literarios, y esto constituye su honra pero también su punto débil. Si un poeta contemporáneo no está dotado de un extraordinario sentido autocrítico, nadie le dirá que sus poemas valen muy poco.
Si un texto el ilegible. ¿Resulta inútil?
Más o menos. Pero la utilidad es un concepto ambiguo. ¿Yo soy útil? ¿Usted es útil? Espero que nadie se lo pregunte, porque correríamos el riesgo de quedar fuera.
¿La cultura ha de tener como fin la búsqueda del placer personal?
No existe cultura sin placer personal. Y no existe cultura sin una dura disciplina.
¿Qué opinión le merecen la proliferación de cánones literarios?
Hay demasiados cánones. Esto significa que ya no somos capaces de tener criterios comunes de juicio. Nos vemos obligados a hacer listas continuamente. Y, al final, cada lista es diferente. Aun así, hacer cánones es divertido, porque obliga a debatir e incluso a pelearse.
¿Qué es para usted una obra maestra?
Es algo que sólo puede saberse un siglo después.
¿Qué lecturas clásicas recomendaría para un buen lector?
Debería conocer en persona a cada lector individual, hablar un poco con él y después darle algún consejo. No se pueden hacer recetas médicas sin haber visto al enfermo. Le diría que leyera una decena de grandes clásicos, escogidos a placer. El resto, si viene, vendrá solo.