Mientras haya bares

En una época dorada de la vida del autor, esta transcurrió entre los bares y la literatura. Este libro es una película de esos días, y de cómo veía el mundo por entonces. Los textos son el jugo destilado de ese tiempo. Son el rescate de esos lentos y a la vez vertiginosos días que se plasmaron a lo largo de los años en el hueco efímero de los periódicos y en el océano insondable de internet. Puestos ahora uno delante de otro, comprueba que forman algo así como las huellas de una vida. Por esto este libro.

En la literatura, como en otras facetas de la vida, no conviene disponer de un plan.  Y si existe un plan, es imprescindible salirse de él. _Juan Tallón