Entradas del home

Nunca me dijo que me quería

Me gusta acompañarla a la cama. Cerrar las persianas. Apagar el ambientador. Entornar la puerta blanca que barnizamos al principio de llegar a esta casa. Me gusta protegerla sin que se dé mucha cuenta. Amar sirve para anestesiar la pena. Alejar el fin de las cosas. Hacer de la vida algo más bello. Darle a…

Más se parece a lo mismo

Ninguno dice la palabra amor. Ninguno habla ternura. De perdón. Es horrible oírlos al mediodía, por las mañanas o por las noches. Pudren los sueños, las esperanzas si acaso ya las hubiera. Es una deshumanización que duele, que te arrasa, que abre en ti un desasosiego. Es terrible que no salga de sus bocas un…

La decadencia era terrible

Cuando tengo sueños que me abren las entrañas en canal, me sirvo en medio de la noche un Drambuie y lo rebajo con White Label, como Saul Goodman. A menudo tengo sueños felices de los que no quiero despertar. Son sueños que me recuerdan que lo mejor ya pasó y que uno al final siempre…

Rebeldía de hombre en babuchas

Aprendí a mirar leyendo. Me hice mejor persona con un libro en las manos, allá, al final de la casa, como el que no quiere otra cosa. Soy lo que he leído. Lo que he amado. No mucho más. Toda la belleza que he ido acumulando en todo este tiempo que se pasó demasiado rápido,…